El dique de La Guardia 24 septiembre 2008
El último dÃa que fuà a pasear por La Guardia me encontré una agradable sorpresa.
El dique del puerto estaba recién pintado pero no por cualquier pintor de brocha gorda o por los horribles graffitis habituales. Nada más y nada menos que la obra es de Eduardo Zamarro, un autor de pinturas murales, vidrieras y otros elementos arquitectónicos de reconocido prestigio, además de ser profesor en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid.
Las formas y colores que empleó representan las peculiares casas de este pueblo marinero, estrechas y de variados colores, a veces muy vivos, pero que con la luz de una tarde nublada como la que hacÃa ese dÃa, adquieren unas tonalidades «pastel», muy armoniosas.
También representó unas siluetas que podrÃan ser las de los vecinos y visitantes que pasean por allà cuando el tiempo lo permite. Cuando hay temporal, las olas a veces sobrepasan el dique. Es el lugar donde una vez vi una rotonda cercana al puerto llena de espuma, como de dos metros de espesor y pensé que menudo dÃa habÃan escogido para celebrar una fiesta de la idem; pues no… se trataba del agua del mar batida por las olas que habÃa desbordado los muros.
Completa la obra con una serie de dibujos y frases en trazo blanco que refuerzan su expresión poética.
Una alegrÃa para los sentidos
Si visitais su página podreis ver, además de ésta, otras interesantes obras y su gran conocimiento de los materiales pictóricos.
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Ola, Marta. Seguro que es una casualidad, pero hoy, por pura casualidad, al ir para casa, encontré un sitio para aparcar en el mesón o almacén de vinos MatÃas, en la avda. de la Hispanidad. Paré a tomar un vino -hacÃa años que no entraba allÃ- y, además de que el vino estaba como dios manda, habÃa una pequeña exposición de óleos del dueño (me parecieron muy buenos) junto con unos recortes de periódico donde aparecÃa él pero sobre todo su hija, que estudió bellas artes en la complutense. A lo mejor Eduardo Zamarro le dio clases. Ella se especializó en retratos y se está haciendo una casa por A Guarda.
Oye, ¿el mundo es tan pequeño? Bah, no creo. Dicen que dios es infinito y aún no lo vi… O sea, que tan grande no puede ser.
Pues estas cosas pasan más de lo que nos parece. Si tienes oportunidad de tomarte otro buen vino allÃ, pregúntale a ver si se dió la casualidad.
El mundo es pequeñito como la cabeza de un alfilerito…