Marta Moro

Al hacer la entrada anterior me he dado cuenta de que he comentado muy poco sobre uno de mis pintores favoritos. Esa primera entrada sobre Hooper recoge un paiseje, un exterior con un faro, posiblemente de la zona de Nueva Inglaterra que el solía pintar.

Pero hoy quiero mostrar obras de interiores o urbanas, que son en donde más destaca su estilo figurativo, tremendamente sintético, en el que nada es supérfluo, los detalles se simplifican para no distraernos del contenido de la obra.

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Un póster de este cuadro estuvo en mi habitación durante muchos años. La soledad de la mujer leyendo una carta cuidadosamente doblada, sin emotividad aparente alguna, desprovista de emoción, pero que tanto llega al público. Es ese juego de formas planas y curvas, de luces y sombras, y el contraste de colores lo que provoca la inquietud en el espectador sin que nos demos cuenta (Hooper fue ilustrador publicitario)

Supo como nadie mostrar el aislamiento e individualismo de la vida norteamericana que empezaba a fraguarse y que prontó se trasladó al resto del mundo desarrollado.

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En esta obra hay más de una persona, pero no hay relación posible entre ellas.

Ésta es una de sus obras más conocidas. En ella,  las escasas relaciones entre los personajes son superficiales:

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Es una obra inquietante. Mientras en Europa todo el mundo andaba electrizado por los «ismos», este pintor se centró en la figuración y el realismo, pero sabiendo extraer lo esencial de los paisajes que veía, de las ciudades y sus gentes, y del sentimiento poético de los objetos, que luego tanto utilizarán los hiperrealistas. Era una gran admirador de los impresionistas franceses, aprendió en los museos europeos y visitó España; le entusiasmaba Goya.

Otro de los artistas seleccionados para la exposición del certamen de BP ha sido Shaun Downey.

Me gustan mucho sus retratos. Compagina el clasicismo de los pintores flamencos por el posado de los modelos, su actitud, y el más contemporáneo enfoque por el colorido y los detalles. Me parece un grandísimo retratista.

Ésta fue la obra seleccionada:

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Pero en su web podeis ver otras obras como estas:

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Es muy interesante comprobar como la pintura figurativa sigue su propio camino, a pesar de todo.

Este prestigioso premio, al que este año se han presentado 2.177 pinturas y de las que sólo se han seleccionado 55 para la exposición, ha dotado recientemente de 3 primeros premios y otros dos especiales a sendos artistas.

Son magníficas todas las obras, pero hoy selecciono el Tercer Premio, concedido a David Eichenberg por su obra «Tim II»:

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Es una obra de pequeño formato (apenas 35 x 35 cm) que retrata a un escultor amigo del artista en su propio estudio. Lo que más me gusta es esa combinación de la técnica de «desenfocado» del fondo y la pared lateral, incluso de la ropa del retratado, a la vez que ese fantástico detalle del reflejo de las gafas protectoras y del resto del rostro. Hace muy natural (en el sentido más estético del término) la imagen y le dota de una cercanía muy especial al personaje.

Este joven artista, tiene ya una amplia trayectoria que podeis ver en su web

Otra obra que me ha gustado es ésta:

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Y este «desenfocado» paisaje de Venecia:

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Gracias a un comentario del propio Carlos a este blog, he podido conocer esta magnífica obra suya. Se trata de un autorretrato en cuatro vistas, con el que el autor nos lleva a reflexionar sobre el papel del autor en la obra de arte y de cómo influye ésta en él y también en el diálogo entre autor y su obra en el estudio de trabajo (las vueltas que se le dan a las cosas antes de ponerse a hacerlas), el proceso intelectual, conceptual o como se le quiera llamar al discurrir y organizar las ideas antes de ponerse a pintar.

Sigue en su técnica de acrílico sobre tela en tonalidades de grises.

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Esta obra quedó finalista en el «BP Portrait Award 2010» organizado por la National Portrait Gallery de Londres y la BP.

También me indicó otra página en la que podemos admirar su sobras más recientes. Particularmente me fascinan estas dos:

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Y esta otra sencillamente me parece una genialidad (que a este tamaño no se aprecia tanto):

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La página de Hiperrealismo siempre me depara fascinantes sorpresas.

Hoy le dedico mi admiración a Steve Mills, un pintor norteamericano, de estilo fotorrealista.

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Si sus bodegones os impresionan, contemplad sus paisajes:

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Y los efectos de luz y colores de las canicas, con las que casi todos jugamos de pequeños:

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Como se dice en su página: extrae lo extraordinario de lo ordinario.

María José Aguilar me ha enviado otra de sus fantásticas obras para que la podamos disfrutar en este blog. Se trata de un precioso contraluz en un interior, en el que la luz traspasa la figura y el vestido de una joven mujer. Es un traje nupcial de principios del siglo XX.

Además, acompañando a la obra, la autora me envía un texto en el que explica el contenido de la obra y el homenaje que hace a todas las mujeres con ella: La Duda

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Es una pintora fabulosa, maestra de los matices de la luz y los reflejos. Domina la perspectiva de los interiores y trata los temas femeninos con una asombrosa delicadeza.

Un pintor entre el pop y el realismo de Hooper traído al siglo XXI.

Pero además, Angel Mateo, Charris, dota a sus obras de un tono filosófico, difícil de plasmar en pintura, sin caer en ardores subrealistas. El simbolismo de sus cuadros viene marcado por el tema elegido y los títulos que les otorga:

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Gusta de usar tonos fríos y azulados, dejando los cálidos para cuando se pone más irónico:

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Estas son las últimas fotos de su obra que me ha mandado Omar Ortiz.

Se titula «Deidad Femenina», y en verdad que es una diosa, inalcanzable en su pedestal y por la magnitud de su belleza. Marca la distancia con el espectador, pues no nos fira de frente. En ese gesto de echar la cabeza para atrás señala su superioridad frente al resto de los mortales. Pero al mismo tiempo, su corporeidad la hace cercana a nosotros.

Omar trata el tema del cuerpo femenino con una delicadeza absoluta, mostrando una sensualidad refinada.

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Como siempre, la sorprendente técnica de Omar me deja sin habla:

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Veamos un poco más cerca:

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Y éste es el genio con su obra. Además, podeis haceros una idea de las dimensiones del cuadro:

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Espero contribuir a que este pintor sea más conocido en España.

¡Que ganas tengo de poder admirar su obra al natural!

Un gran maestro a los 29 años de edad. Qué nos deparará en el futuro este pintor y dibujante argentino.

El minimalismo de los escenarios destaca el tema del cuadro.

Es muy original su interpretación de las «naturalezas muertas» usando restos de la basura, cartones y bolsas de plástico:

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Con las imágenes de mudanzas nos lleva a esa sensación de «estar de nuevo» o de acabar e llegar y estar aún con la cabeza en la antigua casa:

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Por supuesto es un gran retratista:

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En su blog podreis ver más de estas fantásticas obras, e incluso el proceso de creación de algunas de ellas.

Lo más bonito y fructífero de un blog es que los comentarios de sus seguidores lleven al editor a mostrar nuevos aspectos en los que no se había detenido.

Es el caso de este interesante comentario de Chus sobre la obra de Arantzazu Martínez, en concreto sobre «El sueño»; la postura de la modelo, un escorzo en diagonal, le recordó el «Cristo Muerto» de Mantegna:

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Esta obra genial de finales del siglo XV, reproduce en un escorzo casi total de la figura de Cristo muerto y yacente sobre una mesa de mármol. Muestra las señales de su suplicio y la expresión y el color de la muerte humana con la naturalidad de un forense. Sólo las figuras laterales que muestran el dolor de la pérdida añaden dramatismo a la escena. Hasta la sábana parece confundirse con la piel del difunto.

La influencia grecolatina del Renacimiento se manifiesta y refleja magníficamente en esta obra. La pintura no volvió a ser la misma después de este cuadro.