Marta Moro

Un blog sobre pintura

Leopoldo González Andrades 28 julio 2009

Filed under: Otros pintores,Paisajes — Marta Moro @ 23:05

Artelista es un interesante lugar donde el arte se manifiestas en sus diversas facetas y profundidades. Se pueden encontrar desde autores altamente consagrados, hasta principiantes y aficionados, pasando por artistas de amplia trayectoria aunque no sean tan conocidos por el gran público.

Es el caso de Leopoldo González Andrades, que con una paleta de fuerte colorido y un estilo muy definido, es capaz de enfrentarse con éxito a diversos estilos: realismo, simbolismo, pop-art, surrealismo y hasta cubismo.

A mi me gustan especialmente sus paisajes, donde los fuertes contrastes de color del Atlántico Sur se hacen patentes en sus pinceladas. Y me ha parecido especialemte original esta obra titulada «Reflejos».

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Reflejos, Leopoldo González Andrades

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Como él mismo explica en su página de Artelista, es la representación de los reflejos de los edificios y de un puente en el agua; pero aislados como están del contexto al que se refiere, crea una obra casi abstracta muy atractiva.

 

Lawrence Alma Tadema 20 julio 2009

Filed under: Otros pintores — Marta Moro @ 22:55

Fue un pintor holandés, que vivió en el Londres victoriano, y que tuvo un gran éxito en vida, siendo colmado de honores y lauredo con medallas de las bellas artes y membresías de honor de las principales reales academias europeas.

Su estilo neoclásico, no exento de un gran romanticismo por los temas que elige, logra acercar a los personajes y hechos históricos  a la realidad del momento en el que vivía, a un público culto y refinado, la emergente burguesía del s. XIX. Sobre todo son escenas de la Antigüedad Griega, Romana y Egipcia. Pero supongo que también a otro público menos formado por la gran escenificación que poseen sus obras, son casi como escenas de teatro o cine. Cuando vi sus pinturas por primera vez me pareció estar ante alguna escena de rodaje de películas clásicas como Cleopatra o Ben Hur. Y resulta, que su obra y la investigación sobre arqueología e historia social que llevó a cabo para documentarlas, sirvieron de fuente de inspiración para directores como DW Griffith («Intolerancia») y Cecil B de Mile («Los Diez Mandamientos»).

Supongo que también infliuyó en su éxito el hecho de elegir no precisamente temas épicos de batallas o coronaciones, sino escenas mundanas no exentas a veces de cierto tono picante.

Le llamaban «el pintor marmolilloso» por su maestría para pintar el mármol, material del que estaba hecho su propio estudio de pintor. También pintaba con gran habilidad otras superficies reflectantes, las transparencias del agua y los ropajes, las flores y frutos. Además tuvo que ser un gran dibujante para poder ordenar tan armoniosamente las figuras en los escenarios de sus cuadros.

Tiene otras obras más escenográficas, pero a mi me gusta especialmete esta titulada «En un lugar de privilegio», quizás por el paise marino abierto y por la dificilísima perpectiva en picado que ofrece.

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Un lugar de privilegio, Alma Tadema.

Son tres mujeres romanas que observan desde un sitio alto privilegiado la llegada de las galeras.

La textura del mármol, las telas de los ropajes de las mujeres, las flores y la cálida luz mediterránea reflejada en su delicada piel están magistralmente conseguidos, y contrastan con el color y robustez del animal de bronce de la escultura que domina la esquina del edificio. Sin olvidarse de la romántica expresión de espera ansiosa de las féminas ante la inminente llegada de los valientes hombres que trae el barco. La posición de este objeto en el cuadro, reducidísimo en tamaño y levemente pintado, culmina la sensación de perspectiva. Y las miradas de dos de las mujeres hacia él centran la atención de la escena de una manera casi cinematográfica.

 

Ingres 16 julio 2009

Filed under: Otros pintores — Marta Moro @ 2:02

Algunos cuadros de desnudos femeninos de Omar Ortiz me han hecho acordarme de Ingres.

Neoclásico o Romántico o ambas cosas a la vez, Dominique Ingres fue un pintor imprescindible para la Historia de la Pintura.

Bebió de la fuentes clásicas, sobre todo cuando vivió en Italia. Admiraba fervientemente a Rafael. Pero aportó su peculiar mirada a las normas clásicas adoptando un criterio propio de elegancia, refinamento y exotismo con el que supo ganarse a los poderosos de su época, tiempos convulsos con la llegada de Napoleón al poder en Francia y los períodos siguientes.

Nunca cruzó el Mediterráneo y sin embargo envolvía sus obras, sobre todo los desnudos femeninos, del exotismo del Oriente, con los colores cálidos y nebulosos de sus ambientes, los ropajes y estampados de las telas, las poses curvilíneas de las modelos.

Así se puede apreciar en esta obra suya titulada «La Gran Bañista» o «La Bañista de Valpinçon», debido al nombre del comprador del cuadro en su época al pintor.

Ingres, La Bañista de Valpinçon

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Está de espaldas mostrando un total distanciamento con el espectador, no muestra el rostro. Está ensimismada en su relax después de un baño, en una estancia cálida con gruesos ropajes y una luz muy ténue que sólo se refleja con más fuerza en su espalda. El silencio parece absoluto, sólo roto por el murmullo del agua del pequeño surtidor de abajo a la izquierada.

La gran monumentalidad del cuerpo humano es lo novedoso en esta obra. Las bañistas de otras épocas clásicas anteriores estaban integradas en una gran estancia o en un amplio paisaje. Y eso que hasta se le pueden achacar ciertos errores anatómicos como la excesiva longitud de la columna (algunos críticos dicen que la modelo debería tener 3 ó 4 vértebras más para tener esa longitud de espalda), la estrechez de caderas o la hinchazón de la planta del pié. Otros críticos dicen que Ingres era muy consciente de esos errores y que lo hacía aposta para dar esbeltez a sus desnudos.

Sea como fuere, el cuadro es maravilloso.

 

El blog de Omar Ortiz 12 julio 2009

Filed under: Omar Ortiz,Otros,Otros pintores,Retratos — Marta Moro @ 18:42

Os presento el fantástico blog de Omar Ortiz: omarortiz.wordpress.com

Tiene una estética minimalista, con el fondo en negro para resaltar aún más si cabe sus obras.

La ausencia de texto nos ayuda a centrarnos de lleno en sus pinturas.

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Omar Ortiz pintando

 

Henri Matisse 9 julio 2009

Filed under: Otros pintores — Marta Moro @ 17:51

Se está realizando una exposición sobre este gran pintor en el Museo Thyssen, hasta el 20 de septiembre de este año.

Recoge su segunda etapa pictórica, que explican muy bien en esta página del museo.

Se le considera el padre del Fauvismo, estilo que se caracteriza por la expresión a través del color, a veces irreal.

La pintura de Matisse es una explosión de color, algo muy rompedor en su época. Ya lo había hecho Gauguin, pintor que estudió a fondo.

Acudió a la escuela de Gustave Moreau, pintor que promovía entre su alumnado la libre expresión de cada cual adaptada a su estilo personal de ver y comprender la realidad y la vida. A este pintor se le considera también el antecesor del Simbolismo.

Toda su pintura es muy luminosa y optimista por el colorido y los temas elegidos; estática, transmitiendo calma y paz, a pesar de los terribles acontecimientos históricos que se sucedían en su época y de sus propios estados emocionales que nunca reflejó. Matisse pretendía que el arte fuera el lugar de descanso del espíritu, no que condujera a la elaboración intelectual sobre problemáticas personales o sociales. Y lo consiguió a base de mucho esfuerzo artístico, pobrando muchas soluciones para sus temas, doblegando las manchas de color a lo que él quería expresar, sin sombreado. Cuando utilizaba la profundidad era a base de forma y color.

Como en este cuadro, «La Música», en el que la simplificación de las formas corporales de las mujeres, contorneadas en negro por un sencillo dibujo, están rellenas de colores puros muy contrastados (amarillo, rojo, azul). Sólo las manos y pies están un poco más concretados para expresar la postura o el movimiento de tocar la guitarra. La posición de la partitura y la mesa, las piernas cruzadas y el pie es lo que dan sensación de profundidad por su forma y tamaño.

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Matisse Musique.

Cada vez fue simplificando más su arte.

Desnudo Azul II, Henri Matisse

Recuerdo haber leído que, enfermo al final de su vida, cuando ya no podía pintar, prostrado en la cama recortaba papeles de colores para hacer creaciones con formas aparentemente simples.

Rompió muchos esquemas y reglas artísticas. Fue un precursor de las vanguardias posteriores y del arte del Siglo XX.

 

Paul Cézanne 3 julio 2009

Filed under: Otros pintores,Paisajes — Marta Moro @ 20:03

Para hablar de precursores del cubismo y otras vanguardias, hay que referirse a Cézanne.

Aunque conoció a los impresionistas y participó de su estilo y de alguna exposición conjunta en el Salón de los Rechazados, utilizó un peculiar estilo propio que le diferenciaba y le aislaba aún más de público y crítica. Pudo resistir económicamente gracias a la herencia familiar, viviendo y pintando en París y en la Provenza.

Mantenía que la reproducción pictórica puede basarse en tres formas geométricas simples, el cilindro el cono y la esfera, y trataba de reproducir la visión binocular de los objetos, resultado de mirarlos primero con un ojo y luego con el otro. Este fue el punto de partida del cubismo, que reelaboraron más tarde pintores como Picasso, Braque o Gris, llegando a la destrucción de la forma.

Se considera que la obra exponente de este estilo previo al cubismo es «Las grandes bañistas» de 1906. Hizo varias versiones del tema de las bañistas, y esta es la última. Las figuras están dispuestas formando un triángulo que enmarcan los troncos de los árboles. Esa disposición crea un gran efecto de profundidad, ayudado por el espacio vacío en el centro entre las mujeres del primer plano, que nos lleva la mirada hacia las figura de la otra orilla del río y el paisaje del fondo. Predominan los colores ocre, verde y azul, y las figuras humanas están realzadas por un grueso borde negro. El cuadro transmite el distanciamento del artista, sin emociones, hacia una visión de una escena mundana con ciertos matices mitológicos, las ninfas del río disfrutan de su baño. Los rostros de las bañistas están difuminados, no se las retrata, lo que da un tono más irreal a la obra.

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La grandes bañistas, Cézanne

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Reconozco que me siento especialmete atraída por este paisaje de «La Montaña Sainte-Victoire vista desde Bellevue». Los colores tran fuertes de un atardecer pero equilibrados y esas pinceladas casi cuadradas, formando un todo armonioso a base de formas casi geométricas, es un logro pictórico apabullante.

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Paul Cézanne, La montaña Santa Victoria desde Bellevue

 

Georges Pierre Seurat 27 junio 2009

Filed under: Otros pintores,Paisajes — Marta Moro @ 21:10

El Can-Can me llevó de Manet a Seurat.

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Georges Seurat, Bailarines de Can Can.

No podía olvidarme de este genio que inventó el Puntillismo, ese estilo pictórico no apto para hipermétropes.

Es una derivación del impresionismo, llevando al límite el principio de descomposición de la luz, y colocando las pinceladas de colores puros unas al lado de las otras, pero en este caso, las pinceladas son puntitos. La colocación resulta casi geométrica, y por tanto las figuras que compone. De ahí al Cubismo sólo hay un paso. Bueno… un gran paso que tuvieron que dar otros pintores, como Picasso.

Pero la obra que da nombre al estilo puntillista, y que resultó ser la más celebre de Seurat, reconocida como un icono de la pintura del XIX es esta: «Tarde de domingo en la isla de la Grande Jatte».

Tardó dos años en realizarla, haciendo multitud de bocetos, y estudiando la mejor manera de colocar los puntitos de color a una distancia concreta para mostrar todos los efectos que deseaba, con la intención de que fuera el ojo del espectador el que mezclara los colores puros en la retina y así dar lugar a sensaciones más intensas, creando algo parecido a una nube de color vibrante (fijaros en el detalle de la copa del árbol del plano medio de la izquierda). Era un científico del color, de cómo éste puede transmitir emociones de la manera más apropiada. Este cuadro es un manifiesto de su teoría pictórica: las lineas verticales y los colores cálidos para expresar alegría, y la líneas horizontales junto con el equilibrio entre colores cálidos y fríos para expresar relajación.

Por otro lado, la aparente quietud de las figuras de este cuadro contrasta con la gran cantidad de motivos y espacios, lo que da lugar a un incesante movimiento armónico.

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Georges Seurat, Tarde de domingo en la Grande Jatte.

Si Seurat no hubiera muerto a la temprana edad de 32 años, hubieramos podido ver muchas más maravillas como ésta.

 

Édouard Manet 23 junio 2009

Filed under: Bodegones,Otros pintores,Retratos — Marta Moro @ 20:53

Figura clave de la pintura francesa de finales del XIX y comienzos del XX, Manet conjugó el realismo que rompía moldes (con su obra «Desayuno sobre la hierba» creo una pequeña revolución social y una grande en la pintura de su época) con el impresionismo.

Sus contemporáneos le criticaron duramente: que si no hacía bien la perspectiva, que si no componía el tema con equilibrio, que si los personajes eran demasiado reales y contemporáneos… Y hoy es uno de los grandes. Esos «defectos» son su mayor aportación a la evolución de la pintura.

Especialmente me gusta este cuadro: «El bar del Folies Bèrgere».

Otra vez un cuadro que mete al espectador dentro con el recurso del espejo, y que al mismo tiempo nos muestra el gran ambiente del local, ruidoso, atestado de gente, una escena frívola de las noches parisinas. Y dominando la escena, esa camarera imperturbable que mas bien parece una diosa distante esperando a que elijamos el deseo que nos va a conceder, dejando en un segundo plano a la figura masculina que está siendo atendido como cliente.

Cierto que la perspectiva no nos coloca correctamente como «el cliente» porque se refleja a la derecha y ella está casi de frente a nosotros, y el espejo está también completamente paralelo a la mesa de mármol, no está ladeado. El cuadro nos obliga a pensar, a colocarnos, a adivinar la intención del pintor, a que nos situemos como clientes, usando  a la figura masculina como necesaria sólo para dar veracidad al efecto del espejo.

Por otro lado, el preciosismo de los detalles de las botellas, del vestido, las joyas y el adorno de flores en el pecho, las flores en la copa, las naranjas, crean verdaderos bodegones impresionistas dentro de la obra. Pero donde más se puede observar este estilo es en el fondo del espejo, donde se refleja la gente, la luz artificial de las lámparas y el ambiente creado por ellas, y en el vaho producido por la condensación en el propio espejo. Una maravilla de cuadro.

Detallito: fijaros en la imagen de la esquina superior izquierda, yo juraría que son las piernas de una trapecista, no? ¡Menudas juergas las del «fin de siècle»! Casi se puede oir el Can-Can

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Edouard Manet, El bar del Folies Bèrgere

 

Charles Guilloux 18 junio 2009

Filed under: Otros pintores,Paisajes — Marta Moro @ 23:14

Uno de los estilos pictóricos coetáneos al Impresionismo fue el Simbolismo.

Dentro de esta corriente puede incluirse a Charles Guilloux, un pintor francés poco conocido por el gran público, del que me ha gustado mucho este «Crepúsculo» que tienen en el Museo de Orsay. Me ha llamado la atención por el uso de las zonas planas de color (tan típicas del Pop Art) con las tonalidades tan acertadas para dar la sensaciónde profundidad y atmósfera. Es justo lo que pretendía con mi cuadro de «Atlántico», pero yo tuve que usar un montón de cambios de tonalidad para lograrlo.

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Charles Guilloux, Crepúsculo, 1892.

Este otro cuadro suyo también es fantástico. Y parece que ha usado la pintura muy diluída, casi se ve el lienzo.

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Charles Guilloux, El Sena en Saint Denis, 1894

 

Carlos Saura 14 junio 2009

Filed under: Otros,Otros pintores,Retratos — Marta Moro @ 23:05

Este gran pintor ha hecho un comentario en la entrada que le dediqué. Y la verdad, me emociona y llena de orgullo que le guste lo que escribí sobre su obra.

Gracias a ese comentario he descubierto su página oficial, con muchas más obras, de gran y pequeño formato, acuarelas y dibujos, su blog y una curiosidad muy interesante: un «paso a paso», o «cómo se hizo» de un retrato femenino que forma parte de uno de sus cuadros: «Das Rheingold: Freia II».

Una buena ocasión para ver como trabaja un gran artista. Si pinchais en el cuadro lo comprobareis:

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Das Rheingold: Freia II, Carlos Saura